
Ñandú Records, el nacimiento de un estudio
26 de febrero de 2016
Era apenas un adolescente y a su casa en Jujuy llega una computadora en donde se encontraba instalado el Cool Edit Pro, un programa de grabación digital básico en donde enchufó su guitarra. y dió inicio a todo lo que vino despues. Estamos hablando de hace 15 años atrás aproximadamente y era cuando ese adolescente, Ezequiel Sanabria, entraba por primera vez a un estudio de grabación: “yo venía tocando en una bandita en Jujuy y fuimos a grabar a Salta en el estudio del ahora productor musical del Chaqueño Palavecino, el señor Martin Wolmy, una de las primeras bandas que él grabo fue la nuestra, y ese fue el primer contacto con un estudio de grabación, ahí vi cómo se hacia el producto, como se graba un disco”. Al volver a su casa esa computadora le resultaba una herramienta para componer, escribía, grababa una base y arriba iba probando punteos, recuerda: “la cabeza se me abria más, la paleta de colores era más grande y eso deja que la intelectualidad de uno fluya”, así comenzó a crear su propio concepto de un estudio de grabación que se basaba en ser una herramienta para los músicos. Su primera idea era poner un estudio para grabar sus propios temas, formar su propia banda y producirse solo pero lo que menos hizo fue eso. Al llegar a Tucumán tocó en muchas bandas alternando ska y rock variado dejando en ese momento un poco de lado el folklore andino de Jujuy con el que había descubierto su pasión.
En el 2001 llega a Tucumán a estudiar psicología y no se imaginaba que este iba ser el lugar donde pondría su propio estudio de grabación: “ trabaje de otras cosas que no tenían nada que ver con la música pero siempre pensando en mi estudio, psicología comencé porque me gustaba mucho saber lo que pensaba la gente y entender que es lo que pensaba, aprendí mucho de esa carrera y es algo que me gustaría terminar algún día, me ayuda bastante a entender ahora a los músicos, me sirve también para manejar las subjetividades porque el estudio es una arma de doble filo, se pone todo ahí, vos podes ser en vivo un muy buen músico pero en el estudio se ve de verdad quien sos y es una intimidad que me la muestran a mí a través de un vidrio. La vida te va llevando a donde vos tenés que estar porque mucho de lo que yo aprendí en esa carrera me sirve en estos momentos para también ver a donde queremos llegar y que es lo que queremos dejar en cada disco”.
“Puse Ñandú porque estaba harto de hacer lo que no me gustaba”, el estudio era solo una habitación en la casa que alquilaba y todo el tiempo le faltaba dinero para poder seguir creciendo, entonces comenzó a vender cosas personales y a pedir el dinero faltante a familiares porque el sueldo de su trabajo en un call center no le permitía mucho pero si le permitió comprar el primer micrófono que se usó en ese estudio, un Beringer c1, que ahora tiene guardado cual reliquia. Cuando Ezequiel Sanabria levanta la persiana, como él mismo dice, de su estudio pensaba que no tenía que ser algo que produzca una limitación para el músico sino todo lo contrario ser una herramienta más, un lugar donde tenga comodidades para crear “donde el músico tenga todo para dejar fluir su arte”.
A la Facultad de Artes llega por una necesidad de aprender más sobre lo que estaba creando y en la carrera de Sonorización es donde conoce a Pablo Murad quien es el que enciende la mecha de “la dinamita que tenía dentro”, él es quien lo recomienda para perfeccionarse con Sergio Segovia, un productor tucumano reconocido a nivel nacional, y es quien hasta el día de hoy sigue apoyando el proyecto de Sanabria desde un lugar de mentor: “ Sergio es una de las pocas personas que se jugó en Tucumán para poner un estudio de la envergadura como el que tiene, hay que jugarse para poner algo así aquí y creer en la profesión, es un riesgo económico bastante grande y él ayudó mucho a la creación de Ñandú Records”.
“Llegar a concretar lo que uno quiere no es imposible solo hay que creérsela, cuando vos ya vas dudando seguramente la vas a hacer mal. Mi familia al principio dudaba pero cuando se dieron cuenta de la pasión que le ponía me ayudaron y fue una ayuda grande porque me hizo sentir tranquilo, cuando vos tenés el apoyo de tu familia estas tranquilo para hacer las cosas”.
En la búsqueda de un trabajo autentico en el estudio todo trabajo que entra se vuelve propio y se hace hincapié en la búsqueda del sonido que el artista quiere obtener: “se trata de generar ese ambiente donde ellos se sientan cómodos, cual es el sonido que quieren buscar, que parte quieren acentuar, donde van a llevar los efectos para exaltar el mensaje que quieren dejar, un disco es algo que te tiene que completar porque si haces un trabajo que no le gusta a la persona y haces solo lo que vos pensás ese disco va a ser un disco inconcluso para ese músico porque no va a ser su sonido”. El trabajo de mezclado se lo realiza con el músico al lado del técnico, a diferencia de otros estudios, para así encontrar el sonido que se busca y de esa manera no generar un sonido repetitivo: “con muchas mezclas que se hacen en el estudio otros estudios no estarían de acuerdo, dirían que están mal hechas pero estoy seguro que el músico se va contento, quizás un bajo distorsionado es el sonido que ellos necesitan”.
"Hay que ser militante en la música para que no se muera y la gente la tome en serio y seamos cada vez más los que creemos en esto".
Ñandú Records no quiere ser una piedra en el camino del músico, aquí se sabe todos los derechos del artista e inclusive se ínsita a defenderlos: “hay muchos músicos tucumanos dando vueltas que tienen muy buenas ideas pero tenemos poco fomento y pocos lugares donde tocar de verdad, y el ser músico es una profesión cara para que después te quieran pagar con la gaseosa entonces parece que la torta en esto la cortan unos pocos nomas. Hay cosas legales para resguardar a los músicos de manera física pero virtualmente no, no hay un control, el gobierno anterior hizo mucho por los músicos porque nos dio muchos derechos, siempre tuvimos derecho de patentar los temas pero nunca tuvimos la facilidad de los últimos tiempos, les hicieron conocer a los músicos sus derechos, le dieron lugares para que toquen abrieron centros culturales para artistas y estaría bueno que no se pierdan porque costó mucho trabajo ganar por ejemplo que el músico pueda ir hoy a SADAIC y registre gratis sus temas y si no tienen quien le escriba una partitura se lo faciliten”.
Desde su rol de músico logró que su familia también viviera la música desde otro lugar, su papá lo llevaba al ensayo de su banda de adolescente, su mamá hacia comida para vender junto a las madres de los otros músicos y así comprar instrumentos; la familia viajaba con ellos a tocar y eso hizo comprender a un adulto Ezequiel que la contención es importante a la hora de crear y hace que cueste menos todo, a raíz de esto comienza a pensar un proyecto de grabar a músicos de barrios marginados y enseñarles que la música también es algo serio y darles contención más allá de mostrarles que hay distintas alternativas en la vida: “ hay que mantener la mente de esos chicos ocupada porque vos para ser músico tenés que pensar, no es fácil agarrar una guitarra sacar una melodía y escribir una letra”.
“Cuando me preguntan cuál es el método y para mi digo que es involucrarme, ser uno de ellos, que te cuenten que los llevo a escribir así y entenderlos desde ahí. Comencé en una computadora con un sistema viejo y aquí estamos con estudio propio, somos un estudio modesto de una infraestructura tranquila pero queremos mejorar en herramientas”.
Sanabria cuenta como con esperanzas que algún día grabará su propio disco, como si fuera algo lejano y tal vez sea por el hecho de enfocarse de lleno en los trabajos que entran al estudio: “todo el que entra Ñandú sale sabiendo cómo es la producción de un disco, como en realidad se hace desde el comienzo, hay mucha pasión y cansancio”.
El proyecto Ñandú Records se basa en llegar algún día a ser una productora grande y tener un lugar donde el músico tenga para hacer todo desde ensayar a grabar su disco y para lograr esto se queda con una afirmación principal: “hay que ir para adelante y no dudar”.
"Hay que ser muy inteligente para grabar un disco, lo hablo desde el lado músico, tenes que tener mucha inteligencia porque tenes que saber cómo vas a hacer que el mensaje que queres dar se entienda".
Para contactarse o para mas información a cerca de Ñandú Records visiten: - www.facebook.com/nandurecords
Fotos: Os Helu - Estudios Ñandú Records
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