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Ramiro Campos, el Zurdo de Oro

10 de abril de 2015

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 Las peleas de boxeo me comenzaron a llamar la atención mucho después de conocerlo, y hasta recuerdo preguntarle siempre qué le veía de divertido golpear y dejarse golpear. Fue él que me enseño lo poco o mucho que sabía de piedras y de como un pedazo de alambre se convierte en una joya. Pero antes de él aprender sobre esto ya sabía de boxeo, de la presión que eso traía y de tratar de convivir con lo que venía después de la pelea.

   Ramiro Campos o El Zurdo de Oro, comienza a boxear a los 13 años con las ansias que venía guardando desde los 8 cuando comenzó a ver peleas de box con sus hermanos y es su hermano mayor quien lo ayuda a iniciarse en esto y comenzar a entrenar en el Complejo Belgrano de Tucumán. Su primera pelea la tiene a los 14 años con un carnet falso, ya que se permitía competir a partir de los 16, esta pelea logra hacerse porque se mezcla la insistencia de él por tener su debut y la certeza de su entrenador en que estaba en forma y preparado a pesar de la edad. Esa primera pelea fue contra Gabriel Carena, un policía de la Federal de 23 años  y televisada por canal 9 en el año 1994. Técnicamente fue ganada por el Zurdo pero los jueces deciden darle la victoria a Carena.

  En 1998 gana el apodo tras ganar el Campeonato Argentino Juvenil obteniendo la medalla de oro y al comenzar profesionalmente en este deporte su promotor lo comienza a llamar “El Zurdo de Oro”, por ser la promesa mas comentada del ambiente y el favorito en mucho tiempo dentro de su peso.

  Ramiro tiene como amateur 40 peleas realizadas: 7 perdidas, 2 empatadas, y 31 ganadas. Como profesional logra 15 peleas: 4 perdidas, 1 empatada y 10 ganadas.

 “Después de cada pelea es algo q no se puede explicar, más o menos pensas en el desarrollo de lo que fue, el qué hiciste mal es lo que mas te puede pasar por la mente, la ves diferente porque la ves desde afuera y con eso te comienzan a surgir los dolores más comunes: los de mandíbula, los brazos, la cabeza.”

 

 

 La mayoría de las anécdotas que salen de Ramiro al preguntarle sobre lo que le dejo el box poco tiene que ver con el deporte en sí, son otro tipo de cosas que lo sorprendieron y quedaron en su memoria, como por ejemplo el día que pudo sentarse en un bar y pagar la cuenta él mismo gracias a lo ganado en una pelea, o cuando integraba la Selección Argentina y entrenaba en el CeNARD, a la vuelta en su hotel entrando con unos compañeros la que en ese momento era su tutora se para frente a ellos y pregunta quién era Ramiro Campos: “yo con un poco de miedo le contesto y me dice que me acercara, me dio un alfajor y una tarjeta que decía ‘Feliz Cumple’, me sorprendí porque estaba lejos de mi casa, con gente que acababa de conocer y esas personas me sorprendieron. Subimos a la habitación, me cantaron el cumpleaños y yo compartí con todos mi alfajor”, el Zurdo cumplía 18 años. La primera vez que va a pelear a Buenos Aires un acontecimiento histórico queda grabado en él: “estábamos en un bar con mi entrenador en la calle Tucumán y en un momento sentimos una explosión y como un pequeño temblor y en la televisión del bar comenzaron a pasar lo que  había ocurrido, era el atentado a la AMIA”.

  Campos no ganó fortuna con el deporte que ama como muchos creían, tal vez por el manejo de dinero que hay detras de eso y quienes son los que realmente se llevan la tajada, lo poco que gana lo destina para darle un hogar a su familia que se compone de su señora Gabriela y su hija Lia, pero según él esto le dio una gran oportunidad que es la de viajar no solo a otras provincias sino a otros países como México y Canadá.

 Hace un año y medio atrás se estaba preparando para la pelea que lo esperaba en Brasil y para ganar los 3000 dólares que le habían prometido cuando recibe un llamado en donde era informado de la muerte de su padre. Ramiro hacia un largo tiempo que no tenía relación con él debido a diferencias familiares irreconciliables y fue un golpe muy duro el enfrentarse a esa situación, sumado a la ansiedad y la presión de la pelea que se acercaba más las situaciones monetarias que no lograba resolver, es diagnosticado con Síndrome Vertiginoso por lo que se le producían vómitos y mareos que no lo dejaban estar en eje y de esa manera pierde la oportunidad de pelear una vez más en el exterior y conseguir el dinero que tanto esperaba.

 Pero antes de esto una pelea perdida fue la que lo frustra por un largo tiempo y hace que el Zurdo de Oro deje el boxeo y comience la profesión que también le da satisfacción pero a menor medida, y que es la joyería. Esa pelea perdida fue la segunda que  tenía como profesional y la que le iba a permitir comenzar a ganar dinero del bueno: “estaba bien entrenado pero ya me costaba dar el peso, para cada pelea tenía que pesar 55 kg y cuatro días antes de la pelea tenía 59 kg, en esos días logre bajar el peso, llegue a los 55 pero eso el cuerpo lo siente a la hora de pelear, el rival era un perdedor lo traían para que yo gane, él tenía un record de 13 peleas de esas eran 11 perdidas y 1 empate. Yo me confié y perdí. Desde entonces todo los sueños que tenía como deportista se acabaron ya nada volvió a ser como antes, me aleje 3 años y un día decidí retomar pero tenía en claro que ya no era el mismo cuando uno no sueña no se esfuerza y como consecuencia las cosas no salen bien.”

 Ramiro es el resultado de lo que la presión en el deportista profesional deja y como los sueños pasan a ser manejados por los intereses de quienes solamente ven la ganancia en el individuo y se olvidan que detrás del hombre que baja del ring esta el ser humano que espera recibir "la próxima vez va a ser mejor" o  la famosa frase de box "no bajes los brazos campeón" como único incentivo. Hoy se dedica al boxeo solo para realizar un entrenamiento personal esporadicamente y es constantemente llamado para entrenar a las nuevas promesas.

 

"...cuando uno no sueña no se esfuerza y como consecuencia las cosas no salen bien."

Fotos: Ramiro Campos

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